miércoles, 25 de abril de 2007

El monólogo socialista

Debate sin debate. Es lo que ayer se vivió en el programa radiofónico "El Foro", de la cadena SER, que emitió un programa especial desde el campus getafeño de la Universidad Carlos III. Lo que hubiese sido el primer y esperado enfrentamiento dialéctico de esta precampaña electoral entre el alcalde de Getafe, Pedro Castro, y el aspirante popular, José Luis Moreno, o entre los candidatos de PSOE y PP en Leganés, Rafael Gómez Montoya y Guadalupe Bragado, se quedó en una descafeinada exposición de los proyectos socialistas en los municipios de la periferia sur de Madrid, en un monólogo monocolor.

Al acto acudieron los alcaldes de Parla y Fuenlabrada, Tomás Gómez y Manuel Robles, respectivamente, y el candidato socialista a Leganés, Gómez Montoya. Enfrente de ellos, las cuatros sillas vacías que debían ocupar sus contrincantes en Leganés (Guadalupe Bragado), Getafe (José Luis Moreno), Parla (Charo Carrasco) y Fuenlabrada (Susana Mozo) y que no acudieron porque “no quisieron o porque no les dejaron”, según el mensaje que lanzó en repetidas ocasiones el periodista y conductor del programa Javier Manzano, quien con tanta insistencia dejó entrever con ello que los portavoces del Partido Popular en el cinturón sur metropolitano cumplen a rajatabla el boicot al Grupo Prisa, algo sobre lo que los protagonistas no se pronuncian.

El primer dato llamativo fue la escasez de público: apenas hubo universitarios que respaldaron un acto que se enfrentó a un día soleado y a un apetecible descanso en las zonas verdes del campus. Más allá de eso, en el capítulo de contenidos, los asistentes y radioyentes escucharon lo que tantas veces han repetido los alcaldes sureños durante la legislatura: mensajes muy abstractos, propios de la oratoria política. En definitiva, un debate monocolor que sólo se vio salpicado por los apuntes menos ácidos de lo esperado de algún que otro periodista invitado a la cita.

FUENLABRADA

Comenzó tomando la palabra el candidato socialista en Fuenlabrada, Manuel Robles, que espera renovar su sillón de alcalde. De hecho, la tarea no se antoja complicada porque su principal opositora, la popular Susana Mozo, es una recién llegada que ha formado un equipo de integrantes muchos de los cuales, según Robles, no residen siquiera en la localidad.

Al margen de su discurso, llamó la atención el mensaje del primer edil fuenlabreño para poner coto al crecimiento de los pueblos del sur. En este sentido, Robles reclamó un plan estratégico que límite este crecimiento y establezca las pautas para la movilidad. La teoría del regidor fuenlabreño se basa en que este desarrollo desmedido –sin el lógico aumento de los servicios públicos- propiciará en el cinturón metropolitano serios problemas de movilidad en los próximos diez años.

Antes de esta intervención, el punto anecdótico lo puso Pedro Castro, que no pudo asistir al encuentro radiofónico por responder a la convocatoria que ayer mantuvo en la consejería de Medio Ambiente el Consorcio público de Los Molinos-Cerro Buenavista. Es más, las informaciones que publicaron anteayer varios periódicos sobre la investigación a la cooperativa PSG (que ha cobrado a 2.000 socios por una vivienda que aún no se sabe sí podrá levantar en Molinos-Buenavista) hizo desaconsejable la ausencia a la convocatoria del consorcio, que, por cierto, se alargó hasta pasadas las 20:30 horas de la noche.

No obstante, el alcalde getafeño sí realizó una conexión en directo para disculparse y para anunciar que se presenta al 27-M con el objetivo de "convertir a Getafe en una plataforma cultural" en los terrenos que resultarán del desmantelamiento de los cuarteles de la avenida de John Lennon.

LEGANÉS

Para dar la cara por Leganés estuvo Rafael Gómez Montoya, el diputado regional que sustituirá a José Luis Pérez Ráez (que ayer estaba en París) en la lista del Partido Socialista. Montoya incidió en dos hechos destacables para justificar su elección: dar continuidad al proyecto socialista que comenzó en la localidad en 1979 y cerrar la boca al PP en el espinoso caso del hospital Severo Ochoa, donde hace año y medio se inició una investigación por la presunta sedación irregular de varios pacientes terminales en el servicio de Urgencias, investigación judicial que auspició la Consejería de Sanidad y Consumo del Gobierno regional (del PP).

Montoya sabe que las acusaciones han dejado cicatriz en la población leganense, porque –según argumentó- los leganenses han interpretado "esta agresión" al hospital como un ataque a ellos mismos. Interpretaciones al margen, y como apuntó el periodista de la SER Alex Castellano, lo cierto es que la crisis del Severo Ochoa ha empeorado la calidad asistencial del centro hospitalario (por la presión que sufren los médicos desde hace año y medio), y eso puede pasar factura en las urnas.

Por otro lado, el candidato socialista sabe que parte con la desventaja de que, en los comicios de 2003, los populares obtuvieron 900 votos más que su formación, y que sólo un pacto con IU impidió que estos le arrebatasen la Alcaldía al PSOE. Es consciente de ello, pero se considera un candidato "abierto a la gente". De hecho, su principal ocupación en estos meses ha sido rubricar convenios con más de 60 entidades y colectivos del municipio buscando entre ellos, posiblemente, esas 900 papeletas que le devuelvan la victoria a los socialistas.

No obstante, Montoya encontró un aliado inesperado en el periodista de Efe y cronista oficial de Leganés, Juan Antonio Resalt, quien se refirió a la división que sufre el Partido Popular leganense. Según Resalt, la candidata, Guadalupe Bragado, sólo cuenta con el respaldo del aparato de Madrid, ya que "está denostada por sus compañeros". (Curiosamente, el alcalde leganense comentó hace unos meses, al finalizar una rueda de prensa, que habría que preguntarle a Bragado por su condición de líder en sus filas populares, ya que su "grupo compacto" de once concejales llevaría varios meses sufriendo serias fisuras).

PARLA

La intervención del alcalde y candidato del PSOE de Parla, Tomás Gómez, fue sosegada, calmada… como regocijándose en la tranquilidad que da saber que las encuestas le dan un apoyo del 80 por ciento y que puede superar incluso los 20 concejales (frente a 4 del PP y 2 de IU) que obtuvo en 2003.

Sin embargo, el regidor parleño se mostró humilde en este aspecto y advirtió de que todos los aspirantes parten con el mismo número de votos: cero. En la línea de siempre, Gómez recordó que Parla ha avanzado enormemente en estos cuatro años (un compañero suyo comentó que la localidad sufre ahora la transformación que padecieron en los 80 grandes ciudades como Getafe o Fuenlabrada) y que el reto es colocar a la ciudad al frente del liderazgo de la zona sur. Para ello, echo mano de uno de sus proyectos estrella: el desarrollo del Parque Tecnológico (el PAU 5), que empezará a funcionar en 2008.

Tomás Gómez, al igual que viene haciendo los dos últimos años en otros foros, reclamó ser ciudad universitaria, se congratuló de la consecución del hospital del Sur (que atribuyó a la movilización vecinal) y reclamó al Ejecutivo regional tres nuevos centros de salud para cubrir la demanda.

Habló de numerosos proyectos… pero obvió el tranvía. Ni siquiera mencionó la red que está a punto de estrenarse en la ciudad y que supondrá un medio de transporte revolucionario en la zona sur. Lo que tanto costó poner en marcha, parece ahora un proyecto que intenta esquivar. Nadie en el Ejecutivo local pone plazos, ni fechas… Es como si, simplemente, el proyecto hubiese sido un sueño, una iniciativa poco explotada, al menos durante el último año, que es el que cuenta porque hay elecciones.

Por desgracia, la tertulia de El Foro se quedó en eso: en una charla animada entre compañeros que no respondió a las expectativas.

viernes, 13 de abril de 2007

Un programa electoral poco arriesgado

El candidato del Partido Socialista a la Alcaldía de Leganés, el diputado regional Rafael Gómez Montoya, navega en aguas tranquilas, y su programa electoral -que presentó esta semana a la prensa- oscila entre la divagación, el relleno y un exiguo atrevimiento.

En principio, el proyecto electoral de Montoya cojea porque varias de sus propuestas -las más novedosas- quedan a expensas de la Comunidad de Madrid. Es decir: si el Ejecutivo regional decide no invertir en estas apuestas, la mayoría no saldrá adelante.

Así ocurre con los anuncios de demoler colegios antiguos para levantar otros nuevos con aparcamientos subterráneos (y matar, así dos pájaros de un tiro: el de las instalaciones educativas y el de los aparcamientos); o con la idea de crear una ciudad sociosanitaria; o con el hecho de incrementar las ayudas para rehabilitación de fachadas hasta los 4 millones; o con los propósitos de enlazar La Fortuna con el caso urbano a través del Metro o aumentar hasta los 4 millones las ayudas que destinan Aytuntamiento y Comunidad de forma consorciada para obras de mejora en centros educativos.

Es un error hacer depender el programa electoral de unas propuestas que necesitan el espaldarazo de la Comunidad de Madrid para ser una realidad. ¿Por qué? Porque condicionar el programa electoral de Leganés a la pretensión de una segunda Administración es un riesgo en tanto que si el candidato socialista al Ejecutivo regional, Rafael Simancas (amigo de Montoya), no consigue gobernar, éstas se quedarán en simples castillos en el aire.

INGENUIDAD


Más allá de eso, el programa electoral de Montoya emana ingenuidad en varios capítulos. Aunque existen compromisos interesantes (como los de la creación de dos mil viviendas para ancianos y jóvenes o la constitución de una policía que vele por la ordenanza de civismo), el candidato socialista realiza, en general, una propuesta en la que no existen grandes diferencias con respecto a las del resto de partidos de la zona sur, independientemente del color de estos y de sus siglas. Y esa es, precisamente, una de las grandes carencias de nuestros representantes políticos: la falta de imaginación.

En este sentido, Montoya propone construir mil viviendas en alquiler para jóvenes (a 300 euros al mes), así como otras mil adaptadas para mayores. Propone, además, construir 5.000 plazas de aparcamiento (en formato subterráneo y en altura) o ampliar la policía de Barrio a todos los distritos.

El documento incluye propuestas que, en sí mismas, denotan cierto desinterés: están en el programa porque hay que rellenar. En este contexto se enmarca la creación de un Plan de Movilidad en la ciudad, apuesta que recoge la petición de ampliar las líneas de autobuses y potenciar la bicicleta como medio de transporte. O la propuesta para crear una agencia municipal de la energía para fomentar el ahorro energético. O "convertir Leganés Tecnológico en el mayor parque tecnológico y científico de la Comunidad de Madrid". O crear un centro de ocio para niños durante las tardes o fines de semana.

En definitiva: mucho que decir, pero con poco contenido.

DISTANCIAMIENTO DE IU

Por otro lado, Montoya -quien ya ha reconocido públicamente que está dispuesto a pactar con Izquierda Unida, después de que la encuesta que encargó revele que el PSOE leganense no obtendrá la mayoría- deberá lidiar ahora otro morlaco inesperado: la coalición de IU prescindió esta semana de su socio de Gobierno a la hora de aprobar en la Empresa Municipal del Suelo (EMSULE) el pliego para crear la lista de demandantes de vivienda protegida para los mil pisos que la compañía levantará en el plan parcial 5.

La medida revela el primer distanciamiento serio entre ambas formaciones; el primer choque importante en esta legislatura. El PSOE no quiso aprobar esta lista por algún motivo: por presiones de promotores inmobiliarios, porque es una importante baza electoral que puede apuntarse IU o como revancha por negarse la coalición izquierdista a apoyar algunos de los convenios urbanísticos que el Partido Socialista quería dejar "cerrados" y "finiquitados" antes de finalizar la legislatura. Probablemente, todas estas hipótesis tienen cabida en el motivo que lleva a los socialistas a distanciarse de sus socios.

Frente a ello, el candidato de IU y presidente de EMSULE, Raúl Calle, ha actuado con valentía y con la certeza de que el PSOE tragará y no hará ruido ante una campaña que se antoja difícil, dura y de mucho trabajo.